miércoles, 1 de mayo de 2013

Imputado pero sólo uno poquito


Bataller imputado. El alcalde de Castellón ha tenido esta semana su mayor proyección política en lo que lleva de alcalde y no justamente por un acierto o un tanto para Castellón. Menos mal que el PP se ha apresurado ha advertir que el primer edil ha sido imputado pero sólo un poquito. Lo de la puntita, vamos.

Una defensa cerrada que da una sensación de necesidad. Los estatutos del PP marcan el camino de la dimisión a los imputados, salvo si está en juego una alcaldía. Bataller es el sucesor de Alberto Fabra y fue escogido directamente por el jefe del Consell generando cierto malestar entre los experimentados del PP que se consideraban mejor preparados.

Siempre que puede Bataller recuerda que desde que entró en política pierde dinero. Ganaba más como médico, se apresura a recordar. Es decir: es más pobre y no gana para disgustos. La imputación del alcalde llega en plena campaña de reconocimiento. De que el pueblo ‘de soca’ conozca a su líder. Posiblemente la Justicia le dará la razón, pero la investigación judicial da artillería a la oposición y retrata el doble rasero del PP en la dimisión de algunos cargos.

Al final tendrán razón aquellos diputados que hicieron un plante a Fabra cuando defendía la tesis de imputación igual a expulsión. Hasta Moliner dijo que con ser inocente no bastaba (lo dijo en referencia a Camps) y ahora señala que esta imputación es por algo administrativo. El PP no quiere dejar caer a uno de sus referentes por la adjudicación de un contrato.

Algunos de sus concejales han llegado a decir que las imputaciones responden a un interés judicial por dañar a quien molesta, a quien gana elecciones. En fin. El alcalde ha dado la cara sin plasmas, lo que ya es mucho.

Mientras, el PSPV ha guardado silencio, salvo la combativa Amparo Marco que no pierde comba. Como el alcalde de Vila-real, José Benlloch, que sigue a la suya y pese a la orden de boicot a una reunión con Moliner del líder Colomer decidió acudir igualmente. Hoy por hoy es básicamente el único referente del socialismo en Castellón y su decisión responde más a las ganas de tocarle los rizos a Colomer que a su responsabilidad pública. O las dos cosas. A mí, personalmente, me gustan los políticos que van de verso suelto y se pasan las órdenes absurdas del partido por el arco del triunfo.  

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