Gracias a mis compañeros que desde el FIB me pasaban fotos y anécdotas mientras yo estaba en la cama con fiebre. Soy rico en compañeros de profesión.
Hablando de todo un poco me declaro un defensor del pantalón corto. Esto lo digo porque la aparición del presidente del PP, Javier Moliner, en el FIB con el pantalón por la rodilla causó cierto revuelo. En realidad el comentario de revuelo vino de parte de la prensa, los ‘fibbers’ iban a lo suyo en busca de música, cervezas y mononucleosis.
Moliner estaba en la zona VIP picando algo y charlando mientras a su lado unos tipos hacían la voltereta (no sé si eran sus amigos). Por una vez, el líder provincial parecía un tipo treintañero de juerga, uno más. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que la revolución era eso: un pantalón corto. Hubiera sido grande que el presidente se pusiera una camiseta de los Ramones, pero con una simple prenda me convenció más del cambio de rumbo del PP que con miles de decisiones.
La frivolidad es necesaria para sobrevivir, como el lujo y si estás todo el año trabajándote las piernas, hay que lucirlas (ahora no hablo de las de Moliner, precisamente). Antes la llegada de políticos a la zona VIP era una estampa de compromiso pero Moliner no oculta su conocimiento por la música moderna. Carlos Fabra hacía una visita de rigor pero el actual jefazo del PP, como Letizia, es otro rollo. No en vano aprovechó el concierto de Ellie Golduing (el más flojo) para descansar.
Pero la familia del PP es como la familia Thyssen y con apenas 39 años el actual líder del PP es la suegra de la historia. Momentos antes de que se enfundara el pantalón corto Moliner había disparado con acierto.
La justicia pide investigar una leyenda urbana que corre por la provincia hace años. El protagonista es Paco Placa al que, o mucho me equivoco, o le quedan pocas inauguraciones. A causa de la investigación abierta por la depuradora de Borriol el fiscal pide imputar a Martínez por si la empresa que tiene con un socio y sus hijos se ha ido beneficiando durante años de las obras en Vall d’Alba, donde es alcalde.
Es, ya digo, un rumor que siempre ha estado ahí y que incluso se ha llegado a publicar que los terrenos del aeropuerto eran suyos. Dada la situación Moliner lo dejó claro: si le imputan, le exigirá el acta de diputado provincial. La prensa enseguida torcimos el gesto porque vimos una gran incoherencia en estas líneas rojas: el alcalde de la Vall d’Uixó y el de Castellón están imputados.
Es más, Martínez ha estado imputado hasta hace dos telediarios por el tema de la corrida de toros de la Beneficencia. Moliner se apresuró a decir que si “a alguien le imputan por una causa de corrupción acusado de enriquecerse”. La línea roja, una vez más, tiene matices (y ya es línea rosa palo): si a uno le acusan de trincar, a la calle. Eso sí, siempre que no desbarajuste la estabilidad si se expulsa a un presunto mangante.
Y es que últimamente todas las imputaciones pasan por la provincia. Como la del Centro de Convenciones de Calatrava que nunca se hizo. El fiasco de gastarse 2,7 millones de euros en una maqueta no ha impedido que los impulsores hayan seguido ascendiendo en la política. Pero la imputación ha hecho que Fabra se cargue al número dos de Hacienda. La denuncia viene de parte de un anónimo de Torrevieja, cosas que pasan.
Esta semana ha servido para que el alcalde Bataller haga balance de sus tres años de legislatura asegurando que la ciudad ha mejorado mucho, que se ha frenado la destrucción de empleo y que Castellón es una capital amable y con muy buenos servicios públicos.
A Bataller normalmente se le va la pinza, pero al PSPV de la capital, también. Esta semana han vinculado al alcalde con la investigación de Bruselas sobre el déficit de la Comunitat. Entonces Bataller era un subsecretario de Sanidad y, en consecuencia, le culpan de esta detrás del follón. A mar revuelto, ya se sabe. En realidad el alcalde de la capital pone muy fácil la crítica, pero tampoco es culpable de la muerte de Manolete.
Bastante tiene con no hacer caso al Supremo sobre la anulación del paso del Tram por Ribalta. Él e Isabel Bonig insisten en que todo sigue igual y que el trolebús cruzará el parque gracias a un plan especial.
Artículo publicado en Las Provincias 21 de julio 2013
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