lunes, 7 de abril de 2014

Las nanas de la cebolla


La primera vez que me encontré con Calles acabé vomitando. Y tras este enigmático principio me veo en la obligación de contextualizar ya que, vistos los antecedentes del ya exsocialista, habrá gente que piense que nos picamos a base de chupitos de Jägermaister, pero no.

Era otra época y Calles era subdelegado del Gobierno. Una época llena de chorradas, claro, porque la brillante idea del entonces jefe de la seguridad fue presentar una nueva embarcación de la Guardia Civil y ofrecer la rueda en alta mar y sin avisar. De ahí que los becarios de entonces acabáramos mareados por el oleaje mezclado al olor a puerto y la rueda de prensa tuviera un triste final.

Era otros tiempos, ya digo. Entonces Juan María Calles era un primer espada de la política entrado en kilos y que se sacudía la caspa a base de cifras y hablar de consenso. Zapatero gobernaba en Madrid, Calles exhibía su sectarismo con ciertos medios y el tiempo pasaba para todos.

Luego se atrevió a dar el salto a la candidatura a la alcaldía ante Alberto Fabra en 2007. Su campaña fue brillante. El ‘Ciudadano Alberto’ se enfrentó a ‘Calles Sí’ con un simple CS, como las matrículas de los coches de Castellón.

Calles recuperó a parte del socialismo pero el entusiasmo le duró poco porque hay algo más complejo que la física cuántica y es entender a la ejecutiva socialista de la capital de la Plana. En ella las familias se reparten el poder, como en la Edad Media, y todos quieren mandar. Es un retablo tan complicado que necesitarían tres páginas de la Wikipedia.

Y después de todo, Calles ha dejado el PSPV y se convierte en tránsfuga y en ganador del último premio de poesía Miguel Hernández, casi nada. En su despedida el concejal más triste de la historia cantó sus propias ‘Nanas de la Cebolla’, acusando a la actual portavoz, Amparo Marco, de haber iniciado una campaña de desprestigio hacia su persona.

Eso y que pidió primarias. Olvidó Calles todas las zancadillas que puso en su día a Sofia Fernández a la que ni siquiera le permitieron recoger avales para enfrentarse al excandidato. También olvidó que los cubatas no se los sirvió Marco y a los que no han querido condenar los hechos se les olvida que son unos sinvergüenzas, sean del color político que sean.

En España hay una gran tolerancia respecto a la corrupción incluso hacia los que juegan con la vida de los demás. Por encima de la decencia y la ley están los partidos y las estrategias.

Pero lo más inesperado ha sido que el transfuguismo de Calles tras ser condenado por conducir triplicando la tasa de alcoholemia ha despertado todos los monstruos del PSPV de la capital. Ya digo que sería largo de contar, pero todos los enemigos del exsocialista han apostado por no condenar su actitud y empezar al ataque contra Amparo Marco. Antonio Lorenzo y Francisco Toledo podrían disputarle la plaza a la portavoz.

Daniel Gozalbo, Subías o Clara Tirado ya están jugando a la estrategia. Que no se diga. La última reunión en 2011 para crear las listas tuvo que aplazarse dos días y el propio Alarte tuvo que presentarse en persona para que hubiera paz. Son una familia mal avenida donde los odios se tejen desde hace décadas. Como en Puerto Hurraco, pero sin llegar a tanto.

Desde el secretario general de la ejecutiva hasta los dinosaurios del socialismo. Calles se ha ido pero la inmensa mayoría ya estaban cuando él llegó. El revanchismo, los egos y las divisiones vislumbran una nueva guerra civil en las filas del PSPV. Ximo Puig apuesta por ponerse de perfil, imagino, intentando mediar. Pero han empezado los tambores de guerra.

Ya ocurría con las monarquías absolutas, cuando los nobles y los obispos jugaban con los reyes simplemente para gobernar ellos. La estrategia cainita se aposenta sobre terreno abonado y al PP se le escapa la risa por debajo de la barba. Lógico. Hasta le cedieron hueco en su agenda pública al poeta para que explicara su decisión, lo que retrata a todo el mundo. Aquí primero se brinda y ya luego se piensa.
Artículo publicado en Las Provincias, 7 de abril 2014

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