martes, 19 de agosto de 2014

Protocolo para actuar ante el sexo con desconocid@s


Como verás soy un tipo polifacético. Igual escribo de aeropuertos, de juicios, de sucesos, de Pantoja que de echar un polvo. Es la crisis (a más artículos, más se cobra) y mi infinita vocación de servicio público.

He detectado que siempre hay quien nos explica cómo comportarnos en una mesa, en una boda, en un funeral… Pero nunca nadie nos cuenta qué hacer ante un calentón, porque aquí vamos a analizar qué se debe y no se debe hacer ante un contacto sexual repentino. El problema es que todo el mundo cree actuar bien ante estas situaciones, pero no. Echar un polvo con alguien desconocido tiene sus normas. Y yo esto lo sé por lo que me han contado, que conste.
 

1.- Mejor no hables. Antes de meter la pata, no digas nada. Es muy probable que no recuerdes el nombre o que estés pensando en tu ex y ante eso, mejor callar. Es muy habitual que las chicas crean que deben dar conversación en estos casos. No, queridas, a lo que estamos. No digo yo que haya que guardar silencio, pero las charlas para luego, ahora es mejor un susurro que tenga que ver con lo que está pasando.

2. Sé solidari@. En la cama existen tres tipos de personas: los que van a lo suyo (egoístas), los que sólo están pendiente de la pareja (pánfil@s) o los que disfrutan viendo disfrutar a la otra (en su justa medida). En esta ocasión hay que estar pendiente de uno mismo pero sin pasarse. Frases como ‘¿te ayudo?’ son necesarias en esta situación. El sexo, pequeñines, no es como en las películas y el orgasmo es el único The End aceptable hemos venido a este mundo para ayudarnos.

3. Sé amable, desdramatiza. Estás pasando un buen rato y es muy probable que hayas acabado en esta tesitura a las tantas de la madrugada tras bajar el listón, es lo que se conoce como elegir entre el ‘rebuig’. No te avergüences, en peores plazas hemos toreados y hemos salido a hombros. Aunque sea mentira, haz a la otra persona sentirse deseada y destaca algo que te guste mucho: los ojos, las caderas, las espalda…
 

4. No experimentes. Por norma general, el primer polvo con alguien suele ser un poco desastre. No te flipes y ve a lo seguro. No estamos en el Circo del Sol, vale? Todos sabemos el ABC de las posturas que son en este momento como un traje negro. El arte de la seducción implica que alguien haga lo que tú quieras sin pedirlo. La cama es como una cancha: no verbalices tus deseos, insinúalos.

5. Un poco de higiene. Uno de los grandes problemas surge al terminar. Amiguitos, dejar el preservativo usado sobre las sábanas sin preguntar es de muy mal gusto. Mejor pregunta dónde está la basura. Lo mismo que si debes usar luego una toalla de la otra persona, es mejor pedir permiso.

6. Despedida. Es lo más incómodo. Hay gente muy pesada que se empeña en dormir juntos, que es como llamar a Telepizza y que el pizzero se quede a cenar, pero allá cada cual. Lo más correcto es aguantar cinco minutos y poner cualquier excusa para salir pitando. Un beso ligero de despedida es aceptable.

7. Disfruta, que te quiten lo bailao. Pues eso.

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