lunes, 24 de febrero de 2014

Depilar bigotes


En plena era de la depilación láser Javier Moliner sigue apostando por lo clásico: la cera caliente. Como aquellas viejas máquinas en las que se iba creando un engrudo verde de cera hirviendo que luego se aplicaba sobre la piel para zas!, arrancar el vello. El PP de Castellón está en plena operación bikini y la cera brasileña forma parte de ella.

La limpia del PP de Castellón se está centrando en la vieja guardia y, en concreto, en la pelusa superior del labio. Primero fue Francisco Martínez (bigote número 1) y esta semana le ha tocado el turno a Adelino Santamaría (bigote segundo). Más que fetichismo se trata de ajustar cuentas porque, o mucho me equivoco, o al final habrá cera para todos, alguna mujer incluida.

No es que Moliner tenga nada en contra del mostacho ni de los ‘hipsters’ (espero y confío) sino que tiene otra forma de ver las cosas. La estética común de los cercanos al actual líder va otro lado: todos tienen cara de sanotes y llevan la honradez a la misma altura que el sobrepeso.

Santamaría se ha marchado precedido por el escándalo de la depuradora, que sigue pendiente de solución final como las series de culto. El alcalde Borriol ha aguantado años y años gracias a las movidas internas de la oposición y con el exotismo de ser el único alcalde pelirrojo de la provincia (hasta que llegó Óscar Clavell) y entre sus grandes logros está la mítica carrera de burros que realiza todos los años el municipio. Eso y la representación de la Pasión en Semana Santa.

El todavía primer edil ha cosechado victorias electorales con el PSPV desangrado en una guerra insólita con denuncias personales y un edil tránsfuga que se montó un chiringuito independiente y que, al final, ha tenido la llave de todo el municipio. En fin.

Adelino ha sido un secundario de lujo en la historia de la política provincial y entre sus grandes éxitos destaca cuando aprovechó el descanso de la orquesta en plenas fiestas patronales para coger el micro y, desde el escenario, exhibir las denuncias recibidas contra el ruido de la carpa por varios vecinos. “Nadie les ha obligado a venir a vivir a Borriol”, gritó como un líder revolucionario de los quintos. Él fue el germen del 15M, fijo. Luego colgó el nombre de los 107 vecinos que habían denunciado la contaminación acústica para que fueran señalados. Mariló Montero, querida, en Borriol tienes la horma de tu zapato.

Por su parte, las costuras del PP de la provincia se están acoplando a los nuevos tiempos y soportan con estoicidad de roble los golpes porque la cera caliente siempre está a punto para dar un tirón y solventar una crisis. Que no se diga. Los Globos de Oro son la antesala de los Oscar y las actuales destituciones son la víspera de lo que será la sangría final que todavía tiene nombre propios. Al tiempo.

A todo ello el presidente popular ponía un elemento incómodo sobre la mesa: se cambiaba la normativa de la Diputación para que, quien no trabaje, no cobre. Esto es lógica pura y dura pero sabemos que en la vida pública con la lógica se lían un puro. De hecho ni siquiera en las empresas privadas sucede porque siempre hay alguien experto en el maravilloso arte del disimulo.

El reglamento se ha impulsado para evitar que Martínez (elijan alias) cobre por dedicación exclusiva cuando no tiene competencias. Lo curioso es que el PSPV se ha opuesto de manera furibunda cuando ellos todavía no han conseguido desalojar a Juan María Calles del Ayuntamiento de Castellón.

Calles fue candidato a la alcaldía pero no se habla con sus compañeros y ahí sigue, al calor del dinero público sin coger llamadas, sin opinar, sin intervenir… Se enrocó tanto en el cargo que hizo que en el pleno de investidura del entonces alcalde Alberto Fabra los socialistas votaran en blanco por no apoyarle. En este caso no hay cera posible.

Casi como la petición de que se libere la AP7 para evitar más accidentes en la N-340. Eso mismo pidió el PP cuando estaba en la oposición y lo negó el PSOE de Magdalena Álvarez. Aquí entre todos nos toman el pelo y mejor nos iría si fuéramos calvos.

Artículo publicado en Las Provincias 24-febrero-2014

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