miércoles, 4 de septiembre de 2013

Las uvas agrias

1.- La felicidad compartida con los amigos es más completa. Alegrarse de lo ajeno, de las liberaciones y de la lejanía de la tristeza. Se lo merece.

2.- Septiembre huele a uvas agrias. Al menos es a lo que me huele a mí, como noviembre huele a leña quemándose y, en algún momento, a castañas asadas.

3.- Una madre golpeaba los conocimientos dentro de la cabeza de su hijo, como se golpea el relleno de un cojín.

4.- M. viaja por Atenas, se emborracha de felicidad. Ha hecho todo lo contrario a lo que le dije, pero en eso consiste vivir. Los grandes acontecimientos me hacen reflexionar sobre lo importantes que somos la una para el otro y al revés.

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