Ha hecho falta que empiece a llover para que la
actualidad vuelva a jarrear titulares. Es un alivio, la verdad. El final de
agosto se nos ha desdibujado con la llegada de la gota fría que dista mucho de
las tormentas de verano y lo ha hecho como siempre, a destiempo.
Días meones han borrado el perfil final del mes de
agosto y han limpiado la atmósfera del panorama actual. Qué lejos queda la
polémica sobre las hogueras de San Juan, centrémonos ahora en la imprevisión de
las inundaciones.
Porque en eso hemos estado centrados esta semana: en
buscar fallos de previsión para canalizar las tormentas y en localizar fotos de
jóvenes del PP con banderas y símbolos anticonstitucionales. La última ha sido
una joven rubia de Vila-real. Paula Carda se llama la pájara que posaba frente
al aguilucho haciendo un gran favor a un PP (el de Vila-real) que no gana para
disgustos y cuyo líder, Héctor Folgado, lucha día a día por recuperar la
alcaldía pese a nadar entre pirañas (las de su propio partido).
Paula no sólo cuelga fotos con la bandera
franquista, también lo hace cuando está de botellón al lado de una bolsa nevera
o luciendo mechas, al menos antes de que protegiera sus cuentas horas después
de ser pillada. Tarde.
Siempre que ocurren estos casos me vienen a la
cabeza varios pensamientos. El primero es saber qué ha llevado a gente joven a
posar frente a un símbolo que representa tanto o a hacer bromas sobre el
Nazismo. Si simpatizan con estos pensamientos excluyentes y responsables de la
vergüenza del ser humano, mal. Pero si lo hacen por pura estulticia, casi que
peor.
González Pons ha vuelto a poner la nota cabal y ha
recordado que quienes hacen estas cosas no merecen estar en el PP. Con eso
marca la línea y da una patada en la boca a los listillos que decían que era un
error de juventud, en fin. Igual el error de juventud es militar en un partido
sin haber vivido.
Somos lo que leemos y conocemos a través de la
historia y hay gente que se afilia a un partido como si fuera ser del Barça.
Eso también me sorprende, que siendo tan joven estés tan convencido de un
asunto tan importante porque la política es una forma de ver la vida. Una
visión sesgada, pero una visión al fin y al cabo. Otro asunto es conocer cómo
funcionan las organizaciones juveniles políticas y si no son una agencia de
colocación pura y dura.
Si Gibraltar es el enemigo, Tarragona no lo es
menos. El Ayuntamiento catalán ha decidido alegar al tercer carril del corredor
mediterráneo para defender, se supone, sus intereses. El PP en Castellón y la
Comunitat se ha revuelto por los perjuicios que puede suponer para nuestra
autonomía este retraso, pero en el fondo no hay nada mejor que un enemigo de
fuera y más si es de otro partido.
A falta de Zapatero, Cataluña es el nuevo fantasma.
No sólo el recurso del corredor mediterráneo ha puesto en pie de guerra a
Castellón, el anuncio de una marcha independentista en Vinaròs para el 11S ha
avivado el espíritu de la invasión. Lo curioso es que este tipo de conflictos
fronterizos suelen afectar más en Valencia y sus instituciones que en la propia
provincia donde, a base de años de convivencia, hay debates que ni siquiera lo
son. En Castellón vamos a nuestra bola (pregunten a Rosa Vidal, si no me
creen).
El Maestrat convive con la provincia de Tarragona de
forma amistosa e incluso comparten recursos con Cataluña (léase ambulancias,
por ejemplo) sin apenas conflictos. Son cosas que pasan, como la ascendencia
maña en el Palancia.
Septiembre es un mes ideal para apuntarse al
gimnasio (o pagar la matrícula y no aparecer luego), empezar una colección,
dejar de fumar, volver a la dieta y que los políticos vuelvan al tajo. El PSPV
ha hecho como El Corte Inglés y se anticipa al otoño con una interparlamentaria
esta misma semana.
Varios septiembres después Ximo Puig focaliza la
atención en la Plana, lo importante es jugar en casa. Servirá para marcar ya
una estrategia de cara a 2015, lo que se agradece tras meses de sequía porque
la prensa está a la espera de las primeras reuniones para recuperar el ritmo.
Lo fantástico sería ya que se pusieran cartas sobre la mesa y hubiera
candidatos claros en puntos estratégicos como la capital de la Plana.
Volverán las oscuras golondrinas en primavera,
mientras tanto nos entretendremos con el frío, las polémicas sobre el caza ilegal
del parany, las imputaciones, los juicios… Porque la legislatura ya está
abocada hacia la precampaña y otra vez al abismo de la rutina mientras sacamos
punta a los lápices.
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